Tú puedes ser, deberías ser, una mujer inmensamente feliz, aunque no tengas muchas cosas materiales. Aunque no seas famosa, rica, artista o cosas del género. Pero, si tienes a Dios, las virtudes teologales, la santidad a la mano.
No debes pretender, aspirar, ansiar demasiadas cosas materiales... La grandeza de un alma está en su interior, va por dentro. Lo de fuera es ruido, música, bombo y platillo, viento, humo, oropel, incienso, hojarasca, apariencia, nada. Por dentro va la santidad, la fe, el amor.
La Virgen no se quejaba: de ir a Egipto, de que Dios le pidiera tanto. La sonrisa de la Virgen era lo mejor de su rostro. ¿Cómo reaccionaría ante las adversidades, dificultades, cólera de los vecinos?
No te quejes: del tiempo, de la comida, del trabajo, de tus compañeras, de tus limitaciones, de tu falta de lujo. Trata de sonreír como Ella.
María veía la Providencia en todo: en los lirios del campo, en los amaneceres... en la tormenta. Cuando no había dinero. Cuando tenía que ausentarse. Cuando alguna vecina se ponía necia y molestaba.
Lo más admirable de María era el amor. Lo más grande de la mujer debe ser el amor. El amor es un talismán, una varita mágica que transforma todo en maravilla. Dios te ha dado este don en abundancia. Si lo emplearas bien, haría de ti una gran mujer, una ferviente cristiana, una esposa y madre admirable. Pero, si dejas que el amor se corrompa en ti, ¡pobre mujer!
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Mi Oración
Madre,enséñanos a no fijarnos en las cosas que nos faltan,aquello que quisiéramos y no podemos alcanzar, haznos como Tu , felices en lo cotidiano y atentos a los dones que el Señor nos regala día a día . Amén
María madre, enseñame a ser como tu, a sólo mirarle y amarle como le amas tú, graias.
ResponderEliminarPreciosa entrada, me a encantado la Oración del final.
ResponderEliminarDios te bendiga. Feliz semana.
Un abrazo.
Gracias por tu linda visita. Una madre nunca se olvida.
ResponderEliminarEn tu post, el amor vence siempre, no se cree que María Magdalena y la pecadora fuesen la misma mujer, pero el ejemplo nos sirve y mucho.
Con ternura
Sor.Cecilia
Que sabias palabras que sé el Señor pone en tus manos y tus labios, María veía en todo la Providencia, eso deseo yo hacer en cada instante de mi vida, pero en especial en este momento.
ResponderEliminarQuién tan feliz como nuestra Madre María!!!
Haznos como Tu , felices en lo cotidiano y atentos a los dones que el Señor nos regala día a día . Amén.
ResponderEliminar¡Muy hermoso y profundo tu post!
Nunca quejarnos, verlo todo desde la Providencia Divina.
Amar, siempre amar . ¡Muchas gracias!
¡Feliz Domingo! Dios te bendiga.
Dios te bendiga y te proteja y que la felicidad que derrama tu blog te colme y siga dándote inspiración para escribir preciosidades como esta. desde Jaen un abrazo y feliz dia
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