Bartimeo, el mendigo ciego, sentado junto al camino, sin esperanzas en la vida, no creyó porque fue curado, sino al contrario, fue curado de su ceguera porque tenía fe. Es más, todo el relato indica que Bartimeo estaba esperando a Jesús con el corazón confiado. Y el Maestro se acerca a él en actitud dialogante a preguntarle: “qué quieres que haga por ti?”. A lo que Bartimeo respondió: “Maestro, que yo pueda ver”. Mc 10, 46-52(http://www.caminando-con-jesus.org/MD/MD28OCTUBRE2012.htm)
Mi oración
Que tengan un bendecido fin de semana.
Hola María Nancy,
ResponderEliminarQuiero decirte que esta entrada me ha dejado pensando mucho, me ha hecho reflexionar y agradecer por las miles de veces que el Señor se ha acercado a mí para preguntarme que necesito de Él.
Que nuestra fe sea más grande que nuestros deseos de poseer!!!
Bendiciones para ti y tu familia!!!
Amen!!! Que hermosa Palabra de Dios.
ResponderEliminarEl también nos pregunta hoy...
¡Gracias! Dios te bendiga.
Un abrazo fuerte.