Tú eres el Rey de la Paz; ayúdame a aceptar sin amarguras las cosas que no puedo cambiar.
Tú eres las fortaleza del cristiano; dadme valor para transformar aquéllo que en mí debe mejorar.
Tú eres la sabiduría eterna; enséñame en cada instante cómo debo obrar para agradar más a mi Padre Dios y hacer mayor bien a las demás personas.
Te lo suplico, por los méritos de tu infancia a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
Bella oracion...amen!
ResponderEliminarLo mismo para ti Maria Nancy y mil gracias por tu post.
Bendiciones.
Hermosa oración, me uno a ella.
ResponderEliminarDios te bendiga.
AMEN!!! Preciosa oración María Nancy, me uno a ella.
ResponderEliminarDios te bendiga.Un abrazo.
Hola Maria Nancy: precisa oración, gracias por tu compartir.
ResponderEliminarUn abrazo.