María y la Presencia real de la Eucaristía.

María nos atrae a la Eucaristía, Sacrificio incruento del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, formados al calor de su corazón por obra del Espíritu Santo. Nos atrae a la Eucaristía, comunión en Cristo, porque Cristo está en Ella y Ella en Cristo. Nos atrae a la Eucaristía-tabernáculo porque Ella es custodia viviente  enriquecida por la gracia redentora, y la mejor adoradora de la Presencia Real de Cristo.

María es la Madre de Dios. Madre-Virgen por obra del Espíritu Santo. Es, por lo tanto, portadora de la Presencia Real del Cuerpo, de la Sangre, del Alma y de la Divinidad de N. S. Jesucristo. Es Sagrario viviente.     -Fr. Carlos Lledó López O.P.-

Mi oración:

Santa Madre de Dios, en este mes dedicado a Ti, fortalece en nosotros tus amados hijitos el amor a la Eucaristía  

y a la Adoración al Divino Sacramento que tanto nos espera en los tabernáculos y tan olvidado de los hombres se encuentra. Que cada vez que pasemos delante de una iglesia entremos unos minutos siquiera para saludar a Nuestro Redentor y sellar con Él un pacto de amor desde lo cotidiano de nuestra vida, Él nos ama tanto... 

Santa María, Madre de Dios ,ruega por todos.Amén

Bendecido fin de semana!