Obsequios al Amor

LECCIÓN ESPIRITUAL

Un cristiano devoto del Sagrado Corazón de Jesús, no debe dejar pasar día alguno sin ofrecerle tributos de obsequio y amor.

El Sagrado Corazón de Jesús es el asiento de todas las más puras, y más perfectas virtudes. Considerándola aún solamente bajo de este aspecto merece ya nuestros más rendidos obsequios.

Por que si veneramos los huesos de los Mártires, y aún los instrumentos de sus martirios ¿cuál deberá ser nuestra veneración para con Aquel Corazón, en cuyo cotejo la santidad de los Mártires es imperfección, y su constancia flaqueza? Fuera de esto aquel corazón está unido al Verbo eterno de Dios.

Infinitamente elevado por esta unión sobre todo lo criado, es por consiguiente digno de todos los homenajes de los Ángeles y de los hombres.

Si la cosa por si misma más despreciable se hace venerable por solo el contacto del cuerpo de Jesucristo, como sucedió a los clavos que lo enclavaron en la Cruz ¿qué debemos pensar de Su Corazón unido a la Divinidad? Esta unión lo hace digno de todas nuestras adoraciones.

Merece al mismo tiempo aquel Corazón todos los homenajes de nuestro amor. Alma cristiana, este es el Corazón de vuestro esposo, siempre rebosando de aquellos sentimientos de misericordia, a los cuales debéis vuestra redención.

Es el Corazón de vuestro salvador que por las más vivas expresiones que enviaba a los labios del mismo, mostraba el ardiente deseo que lo estimulaba a emplearse en nuestra salvación.

Este es aquel Corazón a quien vuestras iniquidades hicieron sufrir los más crueles dolores; que por expiar los inicuos placeres de vuestro corazón, y vuestras ingratitudes para con Dios exhaló entre las ignominias, y sobre un patíbulo el último aliento.

Este es finalmente aquel Corazón, cuyo infinito e incomprensible amor movió a este hombre Dios a instituir antes de su muerte un sacramento, por medio del cual, aunque debía el cielo poseerlo glorioso, y triunfante pudiese quedarse con todo vivo cerca de nosotros, para ser todo nuestro consuelo.

¡Oh! y que sentimientos de ternura no debemos concebir para con el Corazón de un Dios, que con su amabilidad, estaba por decir, que supera su misma grandeza.

Este es el Corazón de vuestro Dios: le debéis, pues, todas vuestras adoraciones.

Es también el Corazón de vuestro bienhechor y Redentor; luego se merece todo vuestro amor.

No dejéis pasar día sin tributarle aquellos obsequios que de vosotros espera

Hincado de rodilla mirad con vuestro espíritu a la Iglesia más vecina donde está Jesús Sacramentado.

Adorad profundamente su corazón, santuario de la divinidad, trono de la trinidad augustísima; y reconociendo su grandeza, sus perfecciones, su excelencia infinita, desead sinceramente que todos los corazones de los hombres se junten con el vuestro para tributarle, si fuera posible, todo el honor y toda la gloria que le es debida.

Con la misma sinceridad decid después a aquel Corazón que tanto os ha amado, y que está siempre dispuesto para derramar sobre vos los bienes y las gracias de que es la fuente.

Decidle que lo amáis con todo vuestro corazón; que deseáis saber lo que desea de vos para ponerlo en práctica con su gracia; que querríais tener a vuestra disposición los corazones de todos los hombres para consagrarle conjuntamente con el vuestro a Su amor.

Para pedir una gracia espiritual

Oh Jesús, mi salvador, y mi Dios, cuyo Corazón está, tan favorablemente dispuesto para con nosotros, yo os ruego por los sentimientos mismos de amor y de bondad de que está lleno vuestro Divino Corazón para con nosotros, que me concedáis la gracia que os pido.

Vos conocéis mi debilidad y vos veis la pobreza de mi alma, y en especial la necesidad que tengo de la virtud de…

Dignaos concederme esta virtud tan necesaria, para que yo sea agradable a vuestros ojos.

Dignaos de abrir en mi favor vuestro Divino Corazón, modelo de toda perfección, y manantial inagotable de bienes, a fin de que las gracias que me comunicareis, y a las cuales yo espero corresponder, me conviertan en un verdadero y perfecto cristiano. Amén.

Visita alSagrado Corazón de jesús

Corazón de Jesús, que día y noche habitáis en nuestros sagrarios llamando, esperando y recibiendo a todos los que van a visitaros, os adoro y en vuestra presencia reconozco mi miseria y mi nada.

Os doy gracias por todos los beneficios que me habéis concedido, especialmente por haberme librado de la esclavitud del demonio, por haber hecho revivir en mi el hermoso título de hija de Dios que perdiera por el pecado, por haberme dado a María por abogada y haberme inspirado el pensamiento de venir al pie de vuestro altar a reparar los ultrajes que he tenido la desgracia de inferiros con mi frialdad e indiferencia en vuestro servicio.Aménhttp://salutarishostia.wordpress.com

Mi oración:

Amado Corazón de mi Jesús, como puedo te expreso mi amor, mi devoción, mi gratitud! Que poco es todo lo que puedo decirte con palabras, es tanto lo que hay en mi alma...pero se que Tu lo sabes y que me comprendes. Este es el día en el que celebramos al Corazón que sólo sabe AMAR, celebramos la MISERICORDIA de Dios, celebramos al AMOR DE LOS AMORES.
Amado Jesús, te ofrezco en este día cada latido de mi corazón, cada suspiro, cada pensamiento, cada palabra, en fin todo, todo, mi vida entera.
Enseñame a ser como te gusta, arregla mi alma para Tí, recibe mi ofrenda, que aunque imperfecta como soy te la doy desde mi corazón y solo quiere agradarte.
Bendice la familia que me diste, a mi esposo, a  cada uno de mis hijos, que nunca les falte tu protección y tu guía.
Bendice mi hogar para que tu paz  reine en él.
Sagrado Corazón de Jesús, que seamos eucarísticos y siempre devotos de tu Santísima Madre, en quien se engendró tu Sacratísimo Corazón. 
Bendice al mundo entero y acepta con agrado todos los desagravios que hoy te ofrecen tus fieles devotos.
REINA por siempre, Sagrado Corazón de Jesús, por los siglos de los siglos. Amén 

Dios los bendiga!