CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN DE LA MERCED
Virgen Santísima de la Merced yo te venero con todo el corazón, sobre todos los Ángeles y Santos del cielo, como Hija del Eterno Padre y te consagro mi alma con todas sus potencias.
Dios te salve, María…
Virgen Santísima de la Merced yo te venero con todo el corazón, sobre todos los Ángeles y Santos del cielo, como Madre de Dios Hijo y te consagro mi cuerpo y mis sentidos.
Dios te salve, María...
Virgen Santísima de la Merced yo te venero con todo el corazón, sobre todos los Ángeles y Santos del cielo, como Esposa del Espíritu Santo y te consagro mi corazón con todos sus afectos, pidiéndote que me obtengas de la Santísima Trinidad todos los medios y gracias que necesito para mi salvación de mi alma.
Dios te salve, María...
Breve reseña
El 24 de septiembre se celebra en nuestro país la Fiesta de Nuestra Señora de la Merced, Patrona del Ejército Argentino.
Cuenta la historia que el General Manuel Belgrano (y no el doctor Belgrano, como dice un decreto oficial) durante la batalla de Tucumán, el 24 de septiembre de 1812, en plena guerra por la independencia, puso toda su confianza en Dios y en Nuestra Señora de la Merced o de las Mercedes.
Después de la victoria, que aseguró la independencia argentina, en el parte de guerra que transmite al gobierno, escribe textualmente: “La Patria puede gloriarse de la victoria que han obtenido sus armas el día 24 del corriente, día de Nuestra Señora de la Merced, bajo cuya protección nos pusimos”. El General, profundamente conmovido por el triunfo, nombra a la Virgen de las Mercedes como Generala del Ejército Argentino.
En el año 1912, al cumplirse el Centenario de la Batalla de Tucumán, la imagen de Nuestra Señora de las Mercedes que se venera en San Miguel de Tucumán, fue coronada solemnemente en nombre del papa San Pío X.
Este año se conmemora el bicentenario de la batalla de Tucumán y la proclamación de la Virgen de la Merced como Generala del Ejército Argentino, y el centenario de la coronación de la Virgen María en su advocación de Nuestra Señora de la Merced.
El origen de la advocación está vinculado a la época en que los moros musulmanes dominaban España, donde muchos cristianos padecieron la esclavitud y vieron en peligro la fidelidad de su fe. Un laico llamado Pedro Nolasco (1182- 1256), al ver tantos cristianos reducidos a esclavos por defender a Cristo, trata de conseguirles la libertad, pagando con su propio dinero el rescate de muchos de ellos.
Pero eran tantos los cristianos reducidos a la esclavitud, que el intento supera las posibilidades. Ante esa situación, Pedro Nolasco se retira a la vida contemplativa, se dedica a orar y ayudar al prójimo. En la noche del 1 al 2 de agosto de 1218, estando en profunda oración y meditación, recibe como una visión en la que se le aparece la Virgen María y le manifiesta que el camino no es retirarse, sino el de fundar una Orden que tomara como carisma especial la tarea de liberar a los presos cristianos.
Animado por esta visión Pedro Nolasco convence al Rey de Aragón y Cataluña, Jaime I El Conquistador, y entre ambos el 10 de agosto, con la bendición del obispo de Barcelona, San Raimundo de Peñafort, dan por fundada la Orden de los Mercedarios. La Orden se definía como: “Orden de la Merced para la redención de los cautivos”. La palabra Merced o Mercedes en el castellano del siglo XIII significa misericordia. Con el tiempo este término pasa a ser nombre propio y quedó Nuestra Señora de la Merced o de las Mercedes.
Las viejas crónicas hablan de que los Mercedarios alcanzaron a redimir 80.000 esclavos cristianos, pero centenares de frailes dieron su vida, como mártires anónimos, en rescate de cautivos.+
Cuenta la historia que el General Manuel Belgrano (y no el doctor Belgrano, como dice un decreto oficial) durante la batalla de Tucumán, el 24 de septiembre de 1812, en plena guerra por la independencia, puso toda su confianza en Dios y en Nuestra Señora de la Merced o de las Mercedes.
Después de la victoria, que aseguró la independencia argentina, en el parte de guerra que transmite al gobierno, escribe textualmente: “La Patria puede gloriarse de la victoria que han obtenido sus armas el día 24 del corriente, día de Nuestra Señora de la Merced, bajo cuya protección nos pusimos”. El General, profundamente conmovido por el triunfo, nombra a la Virgen de las Mercedes como Generala del Ejército Argentino.
En el año 1912, al cumplirse el Centenario de la Batalla de Tucumán, la imagen de Nuestra Señora de las Mercedes que se venera en San Miguel de Tucumán, fue coronada solemnemente en nombre del papa San Pío X.
Este año se conmemora el bicentenario de la batalla de Tucumán y la proclamación de la Virgen de la Merced como Generala del Ejército Argentino, y el centenario de la coronación de la Virgen María en su advocación de Nuestra Señora de la Merced.
Origen de la advocación
Pero eran tantos los cristianos reducidos a la esclavitud, que el intento supera las posibilidades. Ante esa situación, Pedro Nolasco se retira a la vida contemplativa, se dedica a orar y ayudar al prójimo. En la noche del 1 al 2 de agosto de 1218, estando en profunda oración y meditación, recibe como una visión en la que se le aparece la Virgen María y le manifiesta que el camino no es retirarse, sino el de fundar una Orden que tomara como carisma especial la tarea de liberar a los presos cristianos.
Animado por esta visión Pedro Nolasco convence al Rey de Aragón y Cataluña, Jaime I El Conquistador, y entre ambos el 10 de agosto, con la bendición del obispo de Barcelona, San Raimundo de Peñafort, dan por fundada la Orden de los Mercedarios. La Orden se definía como: “Orden de la Merced para la redención de los cautivos”. La palabra Merced o Mercedes en el castellano del siglo XIII significa misericordia. Con el tiempo este término pasa a ser nombre propio y quedó Nuestra Señora de la Merced o de las Mercedes.
Las viejas crónicas hablan de que los Mercedarios alcanzaron a redimir 80.000 esclavos cristianos, pero centenares de frailes dieron su vida, como mártires anónimos, en rescate de cautivos.+
Oración
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