No me escondas tu rostro.
Mi tierra está seca, sedienta de ti.
Te necesito.
¿Dónde vives, Señor? ¿Cómo es tu casa?
SEÑOR... TU ERES MI AUXILIO
Quiero refugiarme a la sombra de tus alas.
Quiero oír tu voz en la paz y en el sosiego.
Dame valor para seguirte:
aunque cueste,
aunque se rían de mi,
aunque busquen perderme los que dicen mentira
SEÑOR...
—Hazme encontrar “TU HORA”, “MI HORA”.
La hora en que tu Palabra entre en mí y se haga carne conmigo.
—Hazme huir del huracán, y del fuego, y del terremoto,
porque no quiero encontrar un dios falso desde mís odios y rencores,
porque no pretendo oír voces de dioses extraños desde el ardor de mis egoísmos,
porque no deseo palabras de dioses tranquilizadores que acallan la conciencia de servicio y preocupación por les hombres.
—Háblame, Señor, desde la brisa de la comprensión y del Amor. AMÉN
(de la web)
Muchas gracias por visitar mi blog y dejar un comentario.
ResponderEliminarQue el Señor y la Virgen te guarden y te bendigan.
Muy feliz día.
¡Gracias, muchas gracias!
ResponderEliminarDios te bendiga y te colme con su amor.
Un abrazo.En comunión de oraciones.