Valen tanto los hombres, su vida y su felicidad, que el mismo Hijo de Dios se entrega para redimirlos, para limpiarlos, para elevarlos.
¿Quién no amará su Corazón tan herido?, preguntaba ante eso un alma contemplativa. Y seguía preguntando: ¿quién no devolverá amor por amor? ¿Quién no abrazará un Corazón tan puro?
Nosotros, que somos de carne, pagaremos amor por amor, abrazaremos a nuestro herido, al que los impíos atravesaron manos y pies, el costado y el Corazón.
Pidamos que se digne ligar nuestro corazón con el vínculo de su amor,
porque es aún duro e impenitente.http://www.es.josemariaescriva.info

Mi oración:Jesús amado,haz nuestros corazones dóciles a tu enseñanza y a tu Amor,que al verte en una cruz se renueve nuestra fe, esperanza y caridad,y podamos amar a nuestro hermano sin poner límites como lo hiciste Tu.Amén
Bendito y alabado sea nuestro Señor Jesucristo, que con su amor nos sana y libra!
ResponderEliminar