sábado, 13 de junio de 2015

“El camino más corto y perfecto para llegar a Jesús es a través de María”

Luis María Grignion de Montfort en el tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen María decía: “El camino más corto y perfecto para llegar a Jesús es a través de María”. Ella, la pequeña esclava del Señor que dijo un Si para que toda la humanidad a través de su fiat encontrara un modelo de virtud, humildad y paciencia.
Dos solemnidades para la Iglesia Católica, por un lado la del Sagrado Corazón de Jesús y la memoria del Corazón inmaculado de María, se entrelazan en sí mismos para ver una asociación amena entre la Madre y la obra salvadora del hijo, es decir de la concepción "El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra" (Lc 1,35) luego pasa a la muerte, resurrección y  por ultimo dejando el Espíritu Santo.
Los corazones de Jesús  y María una fiesta que se adjudica a la liturgia de la iglesia católica porque: “La contigüidad de las dos celebraciones es ya, en sí misma, un signo litúrgico de su estrecha relación: el mysterium del Corazón del Salvador se proyecta y refleja en el Corazón de la Madre que es también compañera y discípula”.
Estas expresiones de amor y piedad están enmarcadas hacia un modelo de imitación, muchas personas en el mundo hace esta devoción a través de la consagración de Jesús por medio de María. Cabe destacar que este fervor es practicado los cinco primeros sábados de mes.
Ahora, el directorio sobre la piedad popular y la liturgia del año 2002 en el punto 104 dice que: Por lo que refiere a la devoción de la comunión sacramental durante cinco primeros sábados consecutivos, valen las observaciones hechas a propósito de los nueve primeros viernes: eliminada toda valoración excesiva del signo temporal y situada correctamente la comunión en el contexto celebrativo de la Eucaristía, la práctica de piedad debe ser aprovechada como ocasión propicia para vivir intensamente, con una actitud inspirada en la Virgen, el Misterio pascual que se celebra en la Eucaristía.
Muchos habrán leído una frase que dice “Amo a María por ella amó primero a Jesús”, esto es muy cierto por que la humanidad de Jesús es también una obra de la Virgen. ¿Por qué?, porque Dios se valió de  la más humilde mujer para plasmar en su seno a Jesús, el Salvador del mundo, ella socorrió a su hijo desde lo maternal y desde su educación.
·         Como Madre, María voluntariamente y libremente accedió al plan de Dios, desde su corazón  hasta la muerte de Jesús.
·         Desde la educación: Se hicieron uno, introduciéndole con su esposo José en las tradiciones del pueblo elegido, inspirándole el amor a las leyes del Señor. Aun sabiendo que su Niño la trascendía por ser "Hijo del Altísimo" (cf. Lc 1,32), no por ello la Virgen fue menos solicita de su educación humana (cf. Lc. 2,51).
Por todos estos y más argumentos podemos afirmar con veracidad que El corazón de Jesús brilla en el corazón de María, ella como madre lo conoce por su docilidad al accionar del Espíritu Santo y por ser obediente a la voluntad de Dios.
Por eso hoy los invitamos a todos a que por la practica piadosa de la “Consagración a María” expresemos nuestro más profundo amor hacia ellos, Luis María Grignion de Montfort, propone una consagración total a Jesús por medio de María para vivir fielmente un compromiso bautismal.
"...Todos aquellos que durante cinco meses, en el primer sábado, se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen cinco decenas del Rosario y me hagan quince minutos de compañía meditando sobre los quince misterios del Rosario, con el fin de desagraviarme, yo prometo asistirles en la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para su salvación...". (Nuestra Señora a Lucía de Fátima)

Corazones de Jesús y María rueguen por nosotros.

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