jueves, 7 de junio de 2012

El amor de Dios permanece para siempre

 Dios nos da un corazón de carne, como el de Cristo. Nosotros no tenemos un corazón para amar a Dios y otro para amar a las personas aquí en la tierra. Con el mismo corazón con el que quiero a mis padres, a mis amigos, con ese mismo corazón yo amo a Cristo, yo amo a María, yo amo a Dios. El amor humano, cuando es verdadero, nos ayuda a conocer y a saborear el amor de Dios, el amor que Dios nos tiene y que como dice san Pablo: PERMANECE PARA SIEMPRE.  Ama, y haz lo que quieras, dice San Agustín Si callas, callarás con amor. Si gritas, gritarás con amor. Si corriges, corregirás con amor. Si perdonas, perdonarás con amor. Si está dentro de ti , la raíz del amor, ninguna otra cosa sino el bien podrá salir de tal raíz.

Pidamos al Sagrado Corazón de Jesús que Él que es el amor, venga a habitar en nosotros y nos enseñe a amar. Desde la cruz redentora, el Señor nos dio el perdón, y, para darnos su amor, todo a la vez, sin medida, abrió en su pecho una herida y nos dio su corazón. Santa cruz de Jesucristo, abierta como dos brazos: rumbo de Dios y regazo en la senda del dolor, brazos tendidos de amor sosteniendo nuestros pasos. Sólo al chocar en las piedras el río canta al Creador; del mismo modo el dolor, como piedra de mi río, saca del corazón mío el mejor canto de amor. Himno 
de la Liturgia de las Horas 



Mi oración: te entrego Jesús mi corazón para amar ,que no quepa en el ni una milésima de maldad y de egoísmo,enséñame a vivir amando. Amén

2 comentarios:

  1. Es para siempre, no se va, no nos abandona, es un amor incondicional. Esta entrada me ha dado fuerzas amiga, muchas gracias. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
    http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  2. Para siempre...demos gracias a Dios.
    Me ha encantado tu oración.
    ¡Muchas gracias!
    Dios te bendiga.

    ResponderEliminar