“A cada cual ha dado Dios cargo de su prójimo” dice el apóstol. La oración y el amor nos señalan a Dios como signo de vida interior y santificación, darse por los demás y orar, por los vimos y muertos, por los justos y pecadores, por los conocidos y los que nunca hemos visto, por los que te quieren bien y te quieren mal. ¡Ora y a Dios escucharás!.
Oración: ¡Oh María, la que en Dios siempre confía, oh María, Reina mía!, alcánzame el don de la piedad y enséñame a todo dar, para así con Dios hablar. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla para este día: Borrar el propio ego, vaciarse interiormente y preparar nuestra alma para que sea un refugio en el que pueda anidar el Espíritu Santo.
Qué preciosidad, está lleno de amor y evangelización, de acercamiento a María y a Dios. De todo corazón te deseo Feliz Pentecostés. Un fuerte abrazo y buen fin de semana. @Pepe_Lasala
ResponderEliminarFeliz Pentecostés y muchas gracias por tan inspiradora entrada.
ResponderEliminarUn gran abrazo!
Muchas bendiciones al blog por publicar éstas hermosas oraciones a la Virgen María, madre de todos nosotros, para que sea quien interceda por nosotros ante Dios nuestro señor.
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